cuesta sonreir con el corazón apretado
cuesta caminar para dar el paso más definitivo y cruel,
ese que pone término al camino
y derrumba el derrotero que más anhelamos
no sé si me esté dejando caer;
a lo mejor es una zancadilla idiota que me hago yo misma para ver quién es el destino
saber cuáles son sus caras y
cómo las miraré ahora que dejarán de cruzarse nuestras vidas,
nuestros cuerpos y olores;
los sudores más amados
está noche fría mi sentir se apesadumbra tanto
que me seca la boca
y pronunciar el adiós es el más terrible espanto
alguna vez soñé con el amor
creía saberlo todo
me olvidé de lo idiota que soy cuando me enamoro
y me desenamoro.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Comenta