hoy me perdí entre las hojas de la araucaria que da a tu ventana
me quedé mirando cómo los pichones brincaban por las ramas,
mientras abajo en el suelo los conscriptos caminaban
con sus cabezas rapadas.
dijeron adiós en un coro impecable y
arrastraron con ellos las maletas que se llevan el fin de semana.
me deprimí y pensé:
es extraño cómo se erige todo ese hábitat en un patio delantero tan pequeño
y tú, durmiendo a cinco metros de las bandadas
me quedé mirando cómo los pichones brincaban por las ramas,
mientras abajo en el suelo los conscriptos caminaban
con sus cabezas rapadas.
dijeron adiós en un coro impecable y
arrastraron con ellos las maletas que se llevan el fin de semana.
me deprimí y pensé:
es extraño cómo se erige todo ese hábitat en un patio delantero tan pequeño
y tú, durmiendo a cinco metros de las bandadas
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